Xalapa, Ver.- Los niños con síndrome de Down no padecen ninguna enfermedad que se mida por grados, sino que su desarrollo (cognitivo, motriz, etcétera) es diferente, ninguno es igual a otro, afirmó Karla Adney Flores Arizmendi, pediatra del Instituto Nacional de Pediatría (INP).
En el Primer Foro “Conociendo al paciente con síndrome de Down”, organizado por la Facultad de Odontología de la Universidad Veracruzana (UV) con motivo del Día Mundial del Síndrome de Down, que se festeja el 21 de marzo, la especialista ofreció una conferencia sobre las generalidades de este trastorno genético, la mañana de este jueves.
Al inaugurar el evento académico, Víctor Hugo Muñoz Muñoz, director de la Facultad, informó que éste se enmarcó también en el Programa Universitario de Educación Inclusiva.
Flores Arizmendi, quien es encargada de la Clínica del Niño con Síndrome Down del INP, explicó que los seres humanos poseen 23 pares de cromosomas y los bebés que nacen con síndrome de Down es porque tienen una copia extra en el par 21 –conocido como cromosoma 21–, lo cual influye en el desarrollo del cuerpo y el cerebro, y puede causar problemas mentales o físicos.
Compartió su satisfacción de participar en el foro, al que asistieron alumnos, profesionales de la salud y padres de personas con síndrome de Down, pues es necesario que eliminemos los prejuicios y mitos que existen. “Lo que más nos piden los papás es que demos a sus hijos un trato digno, que los veamos como personas y no como un número, un paciente o una enfermedad”.
Karla Adney Flores detalló las características anatómicas y funcionales, así como el sistema inmunológico de estas personas, y refirió además cinco puntos clave en el cuidado de su salud: anatomía de la cara; gastrointestinal (no hay evidencia para hacer restricción de alimentos); neurodesarrollo; estudios hematológicos (al nacimiento, a los seis meses y después cada año); y sueño (de acuerdo a la postura que adoptan).
Resaltó que la esperanza de vida de las personas con síndrome de Down es de 60 años o más y que –como en todos los individuos– los problemas bucales se les van a presentar a lo largo de toda su vida, por ello el odontólogo debe poseer los conocimientos sobre la boca de este tipo de pacientes, a fin de otorgar una atención adecuada.
No obstante, subrayó que el cromosoma 21 puede propiciar problemas cardiacos, audiológicos, oftalmológicos, endocrinológicos, de tiroides o sangre, para lo cual existen guías específicas que orientan sobre la temporalidad para hacer un seguimiento médico.
Lamentó que en el país existan únicamente 13 especialistas que atienden a estos pacientes; sin embargo, hay profesores que cuentan con los conocimientos necesarios para hacerlo. “Éste es un campo muy rico para ayudar”.
Dio a conocer que la Secretaría de Salud y la Red Down México lanzaron la plataforma Registro Nacional de Población con Síndrome Down-México, con ella se podrá saber de las personas que viven con esta condición, el nivel de escolaridad, condición y género.
En el foro participaron también como conferencistas: Hilda Ceballos, odontóloga; Claudia Olivares Díaz, psicóloga especialista en síndrome de Down, y Francisco Figueroa Pérez, pediatra especialista, todos adscritos al INP.
Como actividad integral se realizó un taller en donde niños con síndrome Down y sus hermanas y hermanos convivieron y aprendieron a hacer burbujas comestibles, slime, gomitas, jabones, bombas de baño y otras manualidades.