En las páginas de Que se organicen sus pueblos. Agustín de Iturbide y la contrainsurgencia en la comandancia de Guanajuato (1913-1816) de Joaquín Edgardo Espinosa Aguirre, publicado por ediciones La Rana del gobierno del estado de Guanajuato, en coedición con la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y el Instituto Nacional de Estudios Históricos, se pretende fincar “cuál fue la estrategia militar contrainsurgente que, por encomienda del virrey Félix María Calleja, implantó el coronel miliciano Agustín de Iturbide en la comandancia de Guanajuato” en el periodo señalado. Por estrategia militar contrainsurgente el autor se refiere al conjunto de medidas que la autoridad virreinal aplicó para la ubicación de fuerzas armadas por todo el territorio con el fin de liquidar el levantamiento insurgente.
La obra tiene su origen en una tesis dirigida por Rodrigo Moreno, cuyos comentarios y recomendaciones fueron, según el autor, invaluables. La tesis, de la cual se desprende la parte nodal que sostiene la obra en comento, fue realizada gracias al Programa de Posgrado de la UNAM, el cual le permitió al autor viajar a hacer la investigación guanajuatense. Es dable mencionar ahora que el texto fue galardonado por el INEHRM con el Premio Ernesto de la Torre Villar 2019 a la mejor investigación sobre la independencia de México; asimismo, obtuvo una mención honorífica en el XVIII Premio Anastasio G. Saravia de historia regional mexicana 2018-2018, auspiciado por Fomento Cultural Banamex. “Es gracias a estas distinciones que el libro pudo publicarse”, escribe el autor en su prólogo del libro.
La importancia del libro estriba en que analiza de manera integral la contrainsurgencia en Guanajuato, más allá de una estrategia de orden militar, planteando lo que en aquel entonces fue un plan de distribución de fuerzas armadas por el virreinato, acompañado de medidas para reactivar la económica de una de las zonas de mayor significación pecuniaria del virreinato, que la guerra había lastimado de forma notoria
Espinosa Aguirre interrelaciona de manera asertiva los escenarios del proceso de militarización en la zona de estudio: “la formación de cuerpos armados en un momento crucial para la guerra, la participación que tuvieron ella los habitantes y autoridades de la intendencia, los recursos que se necesitaron y la manera de obtenernos”. Para ello, muestra que Iturbide se valió de diversas estrategias, muchas de ellas cuestionadas por los contemporáneos, y que le llegaron a ocasionar tensiones y conflictos con la autoridad local, lo que le permitió entablar redes de colaboración a la vez que le brindó un amplio conocimiento de la región; y aunque sus acciones radicales lo dejaron mal parado en relación con sus objetivos, los años que pasó al frente de la comandancia de Guanajuato resultaron importantes para la marcha del plan de independencia en 1821.
El libro está estructurado en cuatro capítulos y un apéndice documental. En el primero de ellos se busca examinar lo determinante del año 1813, pues fue cuando el virrey Calleja redirigió la estrategia de guerra contrainsurgente. El segundo se centra en el estudio de la configuración de la comandancia de Guanajuato. En la tercera parte el autor se dedica al problema de la militarización de la región, buscando medir en términos cuantitativos los grados de militarización de la comandancia de Guanajuato, para ofrecer cifras sobre el impacto originado por el aumento de tropas en la sociedad de la localidad. En el cuarto apartado se estudian las relaciones que enfrentó Iturbide en los todos los niveles administrativos, cuya consecuencia más grave fue para él el despido de su cargo. Fin almene, en el los anexos se transcriben algunos de los textos más importantes usados a lo largo de los capítulos.
En suma, en la obra se pretende arrojar luces sobre el desarrollo del proyecto defensivo novohispano “en el proceso de la guerra de independencia por medio del estudio de la política militar y del impacto que tuvo la presencia de los ejércitos contrainsurgentes en las diversas poblaciones del Bajío y la provincia de Guanajuato.” Al preguntarse sobre la forma en que se intentó sofocar la rebelión, el autor pudo sopesar el impacto que tuvo la lucha armada en la sociedad y aventajar en la compresión de las trasformaciones surgidas en la militarización, la fiscalidad y el gobierno contrainsurgente de los pueblos.