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La carrera por la candidatura presidencial de Morena en 2024 se refleja también en las redes sociales, donde los dos principales aspirantes, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum, se disputan los seguidores en Twitter. Al momento de escribir este artículo, Ebrard cuenta con 2,686,233 seguidores y Sheinbaum con 2,640,541, una diferencia de apenas 45,692 usuarios.
¿Qué significa este número? ¿Es un indicador de la popularidad o el apoyo que tienen ambos políticos? ¿O es simplemente una muestra del interés que despiertan sus actividades y opiniones? Para responder estas preguntas, es necesario analizar más a fondo el perfil de sus seguidores, su nivel de interacción y el tipo de contenido que comparten.
Según la herramienta Social Blade, que ofrece estadísticas sobre diversas plataformas digitales, Ebrard tiene un promedio de 1,374 nuevos seguidores por día, mientras que Sheinbaum tiene 1,062. Esto significa que el canciller está creciendo más rápido que la jefa de gobierno en términos de audiencia. Sin embargo, esto no implica necesariamente que tenga más influencia o alcance.
De acuerdo con el sitio Twitonomy, que analiza el comportamiento de los usuarios de Twitter, Ebrard tiene una tasa de retweets del 76.9%, es decir, el porcentaje de sus tuits que son compartidos por otros. Sheinbaum tiene una tasa del 81.4%, lo que indica que sus mensajes tienen más resonancia entre sus seguidores. Además, la jefa de gobierno tiene una tasa de respuestas del 7.3%, frente al 5.8% del canciller, lo que sugiere que genera más conversación y debate.
Otro aspecto a considerar es el tipo de contenido que publican ambos políticos. Ebrard suele compartir información sobre su gestión al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, así como sus opiniones sobre temas internacionales y nacionales. También hace referencia a su trayectoria como jefe de gobierno del Distrito Federal y a sus proyectos personales, como su libro “La próxima gran potencia”. Sheinbaum, por su parte, se enfoca más en su labor como gobernante de la Ciudad de México, destacando las obras y programas que realiza su administración. Asimismo, expresa su apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su proyecto de transformación.
Estas diferencias reflejan las distintas estrategias que están siguiendo ambos aspirantes para posicionarse como los posibles sucesores del mandatario. Ebrard busca proyectar una imagen de estadista y líder global, con experiencia y visión. Sheinbaum busca reforzar su papel como gobernante eficaz y cercana a la gente, con compromiso y lealtad. Ambos buscan también mantener una buena relación con López Obrador y evitar confrontaciones entre ellos.
Sin embargo, la competencia por la candidatura presidencial es inevitable y se intensificará conforme se acerque el momento de definirla. Los seguidores en Twitter son solo una parte del escenario político, pero no son irrelevantes. Representan un termómetro del ánimo social y un canal de comunicación directa con la ciudadanía. Por eso, tanto Ebrard como Sheinbaum seguirán disputándose los likes y los retweets en la red del pájaro azul de la X.