03/12/2024, Xalapa, Ver.- “La solución a los desafíos globales requiere de estrategias transversales, pues la crisis climática y de biodiversidad que enfrenta el mundo es multicausal, transescalar e interseccional”, declaró María Luz Ruffini, del Centro de Conocimiento, Formación e Investigación en Estudios Sociales de la Universidad Nacional de Villa María, Argentina.
La docente impartió de manera virtual la conferencia inaugural en el 1er Congreso Internacional Híbrido “Miradas inter y transdisciplinarias: investigación e intervenciones profesionales de pregrado y posgrado”, organizado por la Universidad Veracruzana (UV) a través de las Facultades de Pedagogía, Psicología y Artes Plásticas, en conjunto con El Colegio de Veracruz y la Red Iberoamericana de Educación y Liderazgo.
En el evento que se desarrolla hasta el 4 de diciembre, Luz Ruffini mencionó que debido al origen multicausal de la crisis climática y de biodiversidad planetaria, muchos autores han elegido construir una apropiación particular del concepto, según la dimensión a potenciar o destacar.
Explicó que, aunque el fenómeno es global sus afectaciones son locales y situadas, e incluso existen “zonas de sacrificio”, las cuales son territorios destinados al extractivismo en aras del desarrollo y el sostenimiento de sistemas económicos productivos y de consumo.
La investigadora mencionó que para atender esta crisis es fundamental derribar fronteras transdisciplinarias, analíticas y conceptuales, e impulsar un pensamiento transfronterizo.
“No puede ser comprendida con una interpretación lineal, pues implica múltiples escalas globales, pero también nacionales, regionales e individuales”, enfatizó.
Luz Ruffini manifestó que es primordial enfrentar esta problemática con el uso de métodos de investigación e intervención innovadores, basados en la inter y transdisciplina.
Comentó que al momento de planear este tipo de intervenciones es necesario tomar en cuenta tres fundamentos: la crítica como práctica, la política como arte y el pensamiento latinoamericano como entramado.
El primero, tiene que ver con el proceder como profesionales a la altura de problemáticas o características que adquieren, reconocer líneas dominantes y nuevas formas que ayuden a construir realidades alternativas.
El segundo, alude a la potencia del arte para pensar vías de transformaciones estructurales de la red sistémica en que estamos inmersos, y enfrentar crisis políticas.
Por su parte, el tercero invita a identificar las culturas latinoamericanas y originarias como una fuente y conjunto de entramados que permiten considerar otras maneras de relacionarnos con los demás y el entorno, y la interdependencia existente entre lo humano y los seres vivos.
Texto y fotos: Carlos Hugo Hermida Rosales
