El 19 de enero de 2025 se ha fijado como la fecha límite para que TikTok continúe operando en Estados Unidos, a menos que su empresa matriz, ByteDance, venda sus operaciones en el país. Esta medida surge de una legislación impulsada por el gobierno estadounidense debido a preocupaciones de seguridad nacional relacionadas con los posibles vínculos de la plataforma con el gobierno chino.
La decisión fue respaldada por un tribunal federal de apelaciones, que ratificó la ley aprobada en abril de 2024 bajo la administración de Joe Biden. Desde entonces, el panorama para TikTok se ha vuelto cada vez más complejo, especialmente tras la reciente victoria electoral de Donald Trump, quien durante su mandato anterior ya había intentado prohibir la aplicación.
El principal argumento de las autoridades estadounidenses es que ByteDance podría compartir datos de usuarios con el gobierno chino, lo que representaría una amenaza a la seguridad nacional. Aunque la compañía ha afirmado en reiteradas ocasiones que los datos de los usuarios estadounidenses se almacenan fuera de China y están protegidos por sistemas de seguridad avanzados, el escrutinio regulatorio no ha disminuido.
Posibles escenarios para 2025
Si ByteDance no vende TikTok antes del 19 de enero, el gobierno estadounidense podría ordenar su prohibición total. Sin embargo, existen algunos posibles desenlaces:
• Venta de operaciones: La opción más viable es la venta a una empresa estadounidense, un proceso que requeriría aprobación regulatoria y enfrentaría desafíos legales complejos.
• Prohibición total: Si la venta no se concreta, TikTok podría ser retirada de las tiendas de aplicaciones y sus servicios bloqueados para los usuarios en Estados Unidos.
• Acción judicial: TikTok ha anunciado su intención de llevar el caso al Tribunal Supremo, lo que podría retrasar la implementación de cualquier medida mientras se resuelve el litigio.
Impacto en el ecosistema digital
De materializarse una prohibición, se estima que más de 170 millones de usuarios estadounidenses se verían afectados, así como miles de creadores de contenido y empresas que dependen de la plataforma para sus estrategias de marketing digital. Competidores como Instagram Reels y YouTube Shorts podrían beneficiarse, absorbiendo a creadores y anunciantes que buscan nuevas audiencias.
La situación también refleja un enfrentamiento más amplio entre Estados Unidos y China en términos de tecnología y soberanía digital, con consecuencias que podrían redefinir el futuro de la industria tecnológica global. La cuenta regresiva para TikTok en Estados Unidos sigue en marcha, con un desenlace aún incierto.