En un movimiento histórico, el Congreso de la Unión aprobó la Ley Silla, una reforma que modifica la Ley Federal del Trabajo para garantizar que los trabajadores tengan el derecho de sentarse durante su jornada laboral. Esta ley representa un paso significativo hacia la mejora de las condiciones laborales en el país, beneficiando especialmente a aquellos trabajadores que se ven obligados a permanecer de pie durante largos periodos, como cajeros, vendedores y guardias de seguridad.
La Ley Silla prohíbe a los empleadores exigir que los trabajadores estén de pie todo el tiempo, estableciendo que deben proporcionar asientos con respaldo adecuado. Las empresas tienen un plazo de 180 días para adaptarse a esta nueva normativa y se enfrentarán a sanciones económicas en caso de incumplimiento.
Con la aprobación de esta ley, México se une a otros países que ya cuentan con regulaciones similares, protegiendo la salud y la dignidad de sus trabajadores. La Ley Silla es vista como una victoria para los derechos laborales y un avance en la promoción de un ambiente de trabajo más saludable y justo.